
El Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, conocido como Izta-Popo, es una de las áreas naturales protegidas más antiguas de México, establecida en 1935. Este parque abarca aproximadamente 40,000 hectáreas entre los estados de Puebla, Morelos y México, formando parte de la Sierra Nevada, una cadena montañosa que divide los valles de México y Puebla.
El parque alberga los majestuosos volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, que en náhuatl significan «cerro que humea» y «mujer blanca», respectivamente. Estas montañas han sido consideradas sagradas desde tiempos prehispánicos debido a su importancia en la provisión de agua y su relación con deidades como Tláloc y Chalchiuhtlicue.
Además de su riqueza cultural, el Izta-Popo es un paraíso para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre. El parque ofrece diversas rutas de senderismo bien señalizadas, como el Sendero Alpino, un recorrido de siete kilómetros que culmina en el mirador de La Joya, desde donde se pueden apreciar vistas impresionantes de los volcanes. Para los más aventureros, es posible ascender a las cumbres del Iztaccíhuatl, Tláloc y Telapón, siempre y cuando se sigan las medidas de seguridad y se cuente con el equipo adecuado. Es importante destacar que el ascenso al Popocatépetl está prohibido debido a su actividad volcánica constante
El parque también cuenta con áreas designadas para actividades recreativas, como zonas de picnic equipadas con asadores y mesas, ideales para disfrutar en familia. Además, existen centros ecoturísticos como Apatlaco, donde se pueden realizar actividades como paseos a caballo, tirolesa y recorridos en cuatrimoto.
Para garantizar una experiencia segura y agradable, se recomienda a los visitantes llevar ropa adecuada para el clima frío de la montaña, incluyendo calzado cómodo y abrigador. Antes de planificar la visita, es aconsejable verificar las condiciones climáticas y la actividad volcánica, así como registrarse en las oficinas del parque y, si es necesario, contratar los servicios de un guía certificado.
El Parque Nacional Izta-Popo no solo ofrece aventuras y paisajes impresionantes, sino que también desempeña un papel crucial en la conservación de la biodiversidad y la provisión de servicios ambientales, como la captación de agua y la regulación del clima, siendo un auténtico pulmón para el centro del país.