Trump admite que los trabajadores migrantes que expulsa son difíciles de reemplazar

El presidente Donald Trump ha reconocido públicamente que la aplicación agresiva de su política migratoria está provocando una notable escasez de trabajadores en sectores clave como la agricultura, la hotelería y el ocio. En una entrevista reciente, afirmó que muchos de los empleados que están siendo deportados tienen años de experiencia y son casi imposibles de sustituir con la mano de obra urbana local.
Trump destacó que la gente que vive en zonas urbanas “no hace ese trabajo”, por lo que el reemplazo de los trabajadores migrantes resulta casi inviable. Aunque defendió las deportaciones de migrantes con antecedentes criminales, urgió a proteger al sector agrícola y aseguró que se avecinan cambios en la política migratoria para evitar daños económicos a las empresas que dependen de esa fuerza laboral.
Empresarios y líderes agroindustriales habían alertado sobre las consecuencias: la pérdida de trabajadores veteranos amenaza la estabilidad del suministro de alimentos y encarece los costos operativos. Trump dijo estar trabajando con el sector para implementar regulaciones que equilibren la seguridad nacional con las necesidades económicas. Incluso mencionó la posibilidad de permitir que algunos migrantes regresen legalmente tras deportación, mediante permisos especiales otorgados por el gobierno.
A pesar de los anuncios, reportes internos indican que aún no se han concretado cambios formales en las políticas migratorias vigentes. No obstante, el reconocimiento del presidente representa una inusual apertura sobre el impacto laboral de sus propias medidas migratorias.